A petición de algunos de vosotros ahí va la receta!

Necesitarás:
1 paquete de galletas Napolitana o cualquier otra galleta con canela
80 grs de mantequilla
200 ml de leche entera
Canela en rama
Piel de limón 
250 ml de leche condensada
6 láminas de gelatina
6 claras de huevo
500 ml de nata para montar
2 cucharaditas de postre de canela en polvo
60 grs de azúcar glas
Un molde desmoldable de 22-24 cm

Para empezar:
Remojar con agua bien fría las láminas de gelatina durante 15-20 minutos.
Triturar las galletas y mezclar con la mantequilla derretida.
Hacer una base en el molde apretándolas bien con una cuchara y reservar en la nevera.

Infusionar la leche con la canela ( yo puse 1 rama) y la piel del limón, a fuego suave y sin que llegue a hervir.
Cuando esté lista, colar y dejar que temple.
Cuando esté templada, añadir la leche condensada y batir bien con unas varillas manuales. Añadir las hojas de gelatina bien escurridas y de una en una. Mezclar bien. Reservar.

Montar las claras a punto de nieve.
Mi madre lo hacía a mano. Hasta que volcaba el cuenco y no caían. Es cuestión de darle al brazo. Yo lo hago con varillas eléctricas.
Importante que estén bien firmes. Reservar.

Montar la nata. Cuando empiece a hacer picos añadir el azúcar y la canela por separado. Continuar batiendo, hasta que esté bien firme.

Ya podemos montar nuestra tarta!

Mezcla primero las yemas con el preparado de leche infusionada, añade la
leche condensada y la gelatina, con movimientos envolventes, suavemente para que no pierda aire.
Añade de igual manera la nata en 3 tandas.
Cuando esté todo perfectamente integrado viértelo sobre la base de galleta. Reservar en la nevera al menos 4 horas, pero la textura será menjor si lo dejamos de un día para otro.
Antes de servir espolvorear con canela molida al gusto.
En casa tuvo mucho éxito.
Espero que la hagáis y que también triunféis.
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